lunes, 22 de abril de 2013

Deporte: ciclismo

El ciclismo es uno de los deportes de mayor popularidad en nuestro país. Junto a la carrera a pie y la natación, montar en bicicleta es una de la mejores formas de mejorar la capacidad aeróbica, fortaleciendo al mismo tiempo el corazón y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares. No son necesarias unas condiciones físicas especiales para practicarlo y es recomendable entre personas mayores con problemas en las articulaciones ya que éstas no sufren sobre la bicicleta al evitarse los impacto de otras actividades como la carrera.


El ciclismo se incluye dentro de las actividades físicas aeróbicas. Este tipo de ejercicios son los más beneficiosos para la salud, ya que en ellos se movilizan grandes grupos musculares, y practicados con regularidad y a una intensidad adecuada permiten reducir la frecuencia cardíaca y respiratoria en reposo. Además, practicar el ciclismo con asiduidad disminuye la posibilidad de sufrir patologías cardiovasculares, al actuar positivamente sobre los factores de riesgo, como la hipertensión, la hipercolesterolemia, o la diabetes. De igual manera, la bicicleta ayuda a incrementar el gasto calórico y combatir los problemas de sobrepeso. 

Según explica el doctor Fernando Jiménez Díaz, médico del equipo ciclista Relax-Fuenlabrada, “el ciclismo puede ser practicado por todo el mundo -salvo las personas que padecen alguna limitación funcional-, incluso quienes sufren algún problema de columna, siempre y cuando sigan las indicaciones médicas pertinentes”. No obstante, es importante realizar una serie de estiramientos previos antes iniciar el paseo sobre la bicicleta.Los estiramientos tienen como finalidad evitar la rigidez muscular y la pérdida de elasticidad muscular que producen las largas sesiones sobre la bicicleta. Basta con cinco o diez minutos antes y después de la sesión, en los que se deben trabajar todos los músculos de la pierna (cuádriceps, gemelos, abductores, isquiotibiales), así como los glúteos, la zona lumbar y el cuello. Una vez realizados los estiramientos, es conveniente iniciar la marcha a una intensidad ligera durante los primeros minutos, con el fin de conseguir que el organismo se vaya adaptando progresivamente al esfuerzo.Los principales grupos musculares que intervienen al rodar sobre la bicicleta son los de las piernas, las caderas y los glúteos, aunque al subir pendientes también trabajan algunos músculos de la parte superior del cuerpo. El ciclismo es especialmente recomendable en aquellas personas que tienen problemas articulares, ya que se evita la sobrecarga en los músculos y las articulaciones que acarrean otros deportes como la carrera.

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